Imagínate que estás en medio del verano, y para desafiar el calor, decides que una piscina de gel antibacterial sería la mejor idea jamás concebida. ¿Por qué no, verdad? Además, después del 2020, parece que el gel antibacterial es un elemento cotidiano tan común como la pasta de dientes. Pero, ¿*realmente sería sabio darte un chapuzón en una piscina así?* Agárrate, que aquí vamos a descubrirlo.
¿Cómo llegamos a tener una piscina de gel antibacterial?
Podría haber sido el resultado de una reunión loca en las oficinas de una marca de gel antibacterial. «¡Les tengo una idea!», dice un creativo. «¿Y si publicitamos el producto haciendo una piscina olímpica llena de gel antibacterial?» Todos aplauden, pensando en el golpe de marketing del siglo. La idea se sale de control cuando alguien (tipo tú o yo, con una mínima autoconservación) quiere más que ver: quiere saltar.
El salto al mundo antibacteriano
Ahí estás, al borde de esta piscina resplandeciente y cristalina de puro gel antibacterial. Todo suena viable hasta que te das cuenta de que no es agua. El gel tiene una consistencia densa, que te hará sentir como si estuvieras tratando de nadar en una masa infinita de slime. *¿Alguna vez has intentado caminar a través de un charco de melaza? Bueno, esto es peor.*
En cuanto tu piel rompe la superficie, tu percepción cambiará. A diferencia del agua, donde el impacto se amortigua y tu cuerpo se desliza, aquí tu cuerpo encontraría una resistencia tensa. Podrías compararlo con saltar a una cama elástica cubierta de pegamento. ¡Nadar no es una opción!
¿Qué pasa con tu cuerpo?
Sumergirse en una piscina de este líquisol sólido tiene consecuencias. Para empezar, el gel antibacterial está diseñado para ser usado en pequeñas dosis y no para nadar en él. *Tu piel puede empezar a gritar «¿qué estás haciendo?»*. Sentirás picazón e irritación porque estos productos contienen altos niveles de alcohol. Un chapuzón prolongado podría resecar y lastimar tu piel.
Los ojos, esa ventana irritante al alma
Agh, y si te entra en los ojos, prepárate para el dolor. Tendrás lágrimas con más drama que una telenovela. Nuestro héroe lloroso descubrirá que el gel no es amable con las mucosas. No importa cuántas veces laves tus ojos, este recuerdo irritante podría perdurar.
¿Y si lo inhalas?
Ventilación, ¿alguien? Estar cerca de grandes cantidades de alcohol en gel no es tan divertido como una fiesta con desinfectante gratuito. Es un riesgo inhalar esas partículas. Sensación de mareo, dolor de cabeza y una resaca sin el placer de la bebida. *Créenos, no es un viaje que quieras tomar.*
Confirmación definitiva: ¡No es una buena idea!
Después de analizarlo, podemos ver que esta aventura no sería nada placentera. Aunque el concepto de una piscina desinfectante puede sonar interesante, la realidad es que estarías intercambiando gérmenes por irritación y potenciales daños en la piel y ojos. *Es mucho menos glamoroso de lo que imaginaste en tu mente.*
¡Ahora que ya sabes qué podría pasar, cuéntanos qué piensas de esta idea loca! Comparte este post con tus amigos más aventurados (o ingenuos) y deja un comentario abajo sobre qué locuras de verano se te ocurren a ti. ¡Estamos deseando leerte!